Mi papá un día me trajo una macetita y yo la regaba, la cuidaba y le cantaba. Yo estaba muy contenta, ¡pero mi macetita no echaba flores! Pregunté a mis papás por qué no echaba flores y me dijeron que había que tener paciencia hasta primavera. Un día, ¡qué sorpresa tan grande! Mi macetita tenía flores rojas. Me puse muy contenta pero al tiempo me puse triste, no entendía por qué las flores se caían. Se me quitaron las ganas de cuidarla. Mi mamá me llamaba para que la cuidara. Me dijo que ahora le saldría la fruta, ¡qué ilusión! ¡una fruta en mi maceta! Finalmente salieron un motón de granadas .
Fátima
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