Las abejas juguetonas

Había una vez, en una colmena, una abeja que andaba todo el día volando de flor en flor para tomar néctar de las flores y convertirla en miel.

Un buen día, mi padre me propuso dar un paseopor el río. Justo en ese momento íbamos cerca del panal y cuando nos íbamos la abeja obrera salió a saludarnos, pero ¡me picó! Llamó a todas sus amigas y nos cosieron a picotazos, entonces gritamos: ¡Auxilio, auxilio! ¡Ayuda, por favor!

De pronto me hinché como un globo, pero al día siguiente me desinflé. 

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Elvira

El perro pequeño

Había una vez un perro pequeño que se perdió y una niña lo encontró y la siguió a casa. Le enseñó a ser obediente y a traerle las zapatillas. Juntos vivieron muchas aventuras y los dos se hicieron mayores. El perro no veía muy bien y era la niña la que le llevaba sus juguetes y se encargaba de sacarlo de paseo.

Claudia

Las siete cigüeñas y el pajarito que no sabía volar

Había una vez una madre de un pajarito que se llamaba Kiko. Una vez el pajarito Kiko iba corriendo, se perdió y se encontró con un nido de cigüeñas, y las cigüeñas sabían volar. Ellas enseñaron al pajarito a volar y poco a poco desplegaba las alas y el pajarito Kiko le dijo gracias a las cigüeñas y se fue volando hacia su madre para ir al lago con ella. El pajarito Kiko estaba contento porque estaba con su madre y porque sabía volar.

Mostafá

El pajarito solitario

Érase una vez un pajarito muy solitario. No tenía amigos, siempre venía a casa triste porque no tenía amigos. Se sentía solo, no tenía con quién jugar. Hasta que un día hizo un amigo y se sintió muy contento.

Diego

Un cavernícola especial

Hace muchos años en una cueva muy oscura vivía una cavernícola especial porque era el único que no sabía cazar, por eso, de la vergüenza, se escondía en la cueva. Se llamaba Porras, y sus amigos Caren y Forpun, cansados de verlo escondido, decidieron enseñarle a cazar para que por fin saliera de la cueva. Lo primero que cazó Porras fue un jabalí.

David

El niño y el perro

Había una vez un niño que tenía un perro que lo quería mucho y un día por la mañana iba a echarle de comer y vio que no estaba. Fue corriendo a su casa y se lo dijo a su mamá y a su papá. Ellos pensaron irse de camping al bosque y el niño vio a su perro y se alegró mucho. Se lo dijo a sus padres y vivieron felices para siempre.

Narciso

La bruja miedica

Había una vez una bruja muy miedica, hasta le daba miedo volar, no quería usar la escoba y llegaba muy tarde al colegio de las brujas. Su escoba no era mágica y como su mamá era vieja no podía ayudarla.

Paula

La tortuga flipa

Estaba una niña paseando por el parque cuando se encontró con una tortuga sola. La recogió y como la vio triste se la llevó al lago con otras tortugas, patos y peces. Cuando la soltó le puso el nombre Flipa y prometió que siempre iría a darle de comer. La niña siempre se acordaba de la tortuga y como prometió, siempre que podía iba a darle de comer y a verla nadar con los demás animales del lago.

Claudia

Mi macetita

Mi papá un día me trajo una macetita y yo la regaba, la cuidaba y le cantaba. Yo estaba muy contenta, ¡pero mi macetita no echaba flores! Pregunté a mis papás por qué no echaba flores y me dijeron que había que tener paciencia hasta primavera. Un día, ¡qué sorpresa tan grande! Mi macetita tenía flores rojas. Me puse muy contenta pero al tiempo me puse triste, no entendía por qué las flores se caían. Se me quitaron las ganas de cuidarla. Mi mamá me llamaba para que la cuidara. Me dijo que ahora le saldría la fruta, ¡qué ilusión! ¡una fruta en mi maceta! Finalmente salieron un motón de granadas .

Fátima

La montaña

Érase una montaña de tierra. Allí iban todos los animalitos como: la cabra montesa, la vaca, la oveja, el zorro, el halcón, el águila y todos los de la zona. Todos los animales juegan juntos al pilla pilla. Después, cuando llega la hora de comer, juegan otra vez y uno se queda echándose la siesta.

Estrella

El mapache

Era un mapache que de un lado era blanco y por el otro negro. Pero el mapache soñaba cambiar de color, le gustaba el color rosa y el rojo. Soñaba con vivir cerca del arco iris para así estar cerca de todos los colores. LE aburría su vientre blanco y le daba miedo su espalda negra. Un día vio un bote de puintura rosa y saltó dentro del bote y se convirtió en el primer mapache rosa.

Rocío

Conejos y canguros

Érase una vez unos conejitos y unos canguritos y los conejitos y los canguritos siempre, siempre, siempre hacían carreras y casi siempre ganaban los conguritos. Una vez los canguritos chiquititos echaron una carrera con los conejitos y los canguritos ganaron.

Estrella

Un día de nieve

Gema era una niña muy divertida y alegre que preparaba su maleta para irse de camping. Cuando llegaron se encontró con un muñeco de nieve pero le faltaba la nariz. Gema le puso la nariz y el muñeco se puso a reír. No se lo podía creer, ¡el muñeco tenía vida! Se llamaba Lulú. Jugaron mucho, hasta que llegó la hora de irse a su casa. Entonces Gema lloró pero Lulú le dijo que siempre sería de ella.

Lorena

El conejo

Érase un conejo chiquitillo que era muy traviesillo y siempre, siempre hacía travesuras; por ejemplo, a la cebra no le dejaba sus colores blanco y negro y al gallo Claudio le quitaba las plumas.

Estrella

El niño que no sabía vestirse solo

Érase una vez un niño que todas las mañanas su mamá le tenía que ayudar a vestirse, hasta que un día, su mamá enfadada decidió llevarlo al cole en pijama. Cuando el niño llegó al cole pasó tanta vergüenza que decidió vestirse solo y así sus amigos nunca volvieron a reírse de él.

Claudia

El elefante comilón

Érase una vez un elefante muy, muy comilón, tan comilón que se comía a todas las hormigas, las ranas, los tigres y a todos los animales de la selva y también los cacahuetes.

Érase una vez unos hermanos que se querían mucho y su madre estaba embarazada de una niña. Primero tuvieron una hermanita, todos la querían tanto, tanto que fueron todos juntos a la playa.

Estrella

El hada de los mares

Érase una vez un hada que cuidaba de todos los mares y estaba con las sirenas y con los peces y salvaba a los barcos que naufragaban. Tenía una varita mágica que utilizaba cuando había tempestad para cuidar de las personas y animales que vivían en el mar y siempre después de una gran tormenta hacía que saliera el sol.

Claudia

El erizo

Era un erizo que pinchaba mucho, siempre estaba triste porque nadie quería acariciarle ni darle cariño. Un día se fue en busca del hada del bosque y le pidió que convirtiera sus pinchos en plumas. Desde ese día la gente buscaba al erizo para acariciarlo y hacerle cosquillitas.

Rocío

Juan se va al bosque

Juan se fue al bosque y se encontró con un oso que tenía mucha hambre y Juan le dio jamón. Después vio al león, Juan le dio pollo. Después apareció un elefante. El elefante tenía sed, Juan le dio agua. Colorín, colorado este cuento se ha acabado, la historia de Juan y los animales.

Mónica

El pollito

Érase una vez un pollito amarillito, pero que muy amarillito y muy chiquitillo, y tan chiquitillo que no conocía a su mamá. Un día era su cumpleaños y cumplía seis meses y también era su bautizo. En su bautizo conoció a su madre y a su padrino y a sus cuatro abuelos y cuando los vio no sabía qué animal era, y él se miró y se sintió triste, porque él era un pollito y los demás unas gallinas.

Estrella