viernes, 27 de mayo de 2011

5º Concurso de Cuentos

Hoy hubo un triple empate en el 5º Concurso de Cuentos. Los ganadores fueron Isabel, Paula y Ale Y. Felicidades a todos, a los que fueron los más votados y a los menos votados también.

Peter Pan

Había una vez cinco niños que estaban acostados en la cama, y misteriosamente entró por la ventana Peter Pan. Los cinco niños se despertaron y se dieron un gran susto, y llamaron a su madre, ¡Mamáaaaaaaa! Al ver a alguien entrando por su ventana.

Paula


El policía sin pistola

Érase una vez un policía al que le robaron la pistola. Su jefe le dijo que no había policías sin pistola, y que si no la encontraba no podría trabajar. El policía estuvo buscando al ladrón y cuando lo encontró le dijo que le devolviera la pistola. El ladrón se la devolvió y el policía le dijo que nunca la usaría.

Ale Y.

La bailarina que baila en la cocina

Érase una vez una bailarina a la que no le gustaba el escenario e invitó a todo el mundo a verla menos a los chinos y su abuela se enfadó porque había mucha gente y la bailarina estaba bailando en la cocina, y hacía ballet y un vez se dio con la sartén y ya no pudo bailar.

Isabel



El pez loco

Érase una vez un pez que era un pez loco, muy loco, pero un día llegó a la ciudad y trabajó en un circo y todo el público gritaba muy fuerte porque le encantaba y todos los días todo el pueblo iba a verlo.

Sofía

El muñeco vivo

Había una vez un muñeco vivo y estaba en una casa y por la noche movió la cabeza. El dueño estaba dormido y se despertó, entonces, el muñeco puso la cabeza bien.

Dani



El pájaro y la mariposa

Érase una vez un pajarito que no sabía volar, por más que lo intentaba no podía. Un día se fue con su mamá al bosque a pasear y se perdió, y su mamá estaba buscándolo y buscándolo y se encontró con un amigo y su madre lo encontró y el pajarito se buscó una novia que era una mariposa.

Mónica 
 

La abeja que no sabía hacer miel

Había una vez una abeja que no sabía hacer miel. Estaba siempre triste pensando que todas sus amigas ayudaban en la colmena y que ella no servía para nada. Decidió que si no podía ayudar se marcharía. Estuvo un tiempo viajando por el mundo hasta que un día vio acercarse a un grupo de zánganos que conocía de la colmena. Cuando llegaron le hicieron un reverencia y le dijeron, ¡Por fin la encontramos, Princesa!, tiene que volver a la colmena, la reina ya está mayor y tiene que descansar.
¡Pero si yo no sirvo para nada!, contestó Lucy, que así era como se llamaba la abeja, no sabía que su trabajo en la colmena era el más importante, era una abeja reina, y su treabajo era poner huevos para que la colmena estuviera siempre viva y fabricando rica miel.

Ángela


Día de la Cruz

Laura es una niña de ocho años, le gusta mucho9 el baile. Su mamá la llevó al Día de la Cruz. Ella se vistió de gitana con su vestido rojo con volantes y su velo en el pelo. Cantaba muy bien y la gente la aplaudía. Un hombre que estaba viéndola le dijo a su mamá que si la podía llevar a la tele para concursar. Laura ganó el concurso y toda su familia estaba contenta de verla en la tele.

Lorena



La gata Serafina y la princesa

Érase que se era una princesa que vivía con su gata Serafina. La princesa se llamaba Claudia y se lo pasaban bomba juntas. Hasta que un día encerraron a Serafina en una jaula. La princesa Claudia la estaba buscando pero no la encontraba por ningún sitio. Pero después se encontró con un príncipe y se enamoraron los dos y la princesa le preguntó si la ayudaría a buscar a Serafina y él le dijo que sí. Juntos la encontraron y el príncipe y la princesa Claudia se casaron.

Rocío



Las zapatillas mágicas

Érase que se era un niño que sus padres le regalaron unas zapatillas de color rojo, pero a él ese color no le gustaba y no quería las zapatillas. Sus padres se pusieron muy tristes y entonces el niño se puso las zapatillas y ¿qué fue lo que ocurrió? ¡Que las zapatillas eran mágicas y podía volar! Con ellas volaba por el cielo y vivía muchas aventuras

Claudia



El pato que nació de un huevo y le daba miedo el agua

Había una vez una pata que puso un huevo, solo uno y al patito le daba miedo el agua y la pata puso dos huevos más. Sus hermanos le enseñaron a nadar pero todavía le daba miedo el agua y un día no estaban y el pato se metió en el río y sus hermanos se quedaron con la boca abierta y llamaron a su mamá y a su papá y el patito les dijo:
  • Gracias a mis hermanos he aprendido a nadar.
Y todos vivieron felices para siempre.

Narciso


El gato que quería volar

Érase una vez un gato que se quedó huérfano, iba por las calles maullando y llorando hasta que un pájaro lo oyó y se dio cuenta de que estaba solo. Bajó del árbol donde estaba descansando y le preguntó: “¿Qué es lo que te ocurre?”. El gatito le dijo que no tenía ni papá ni mamá, entonces lo convenció para que fuera con él. El gatito siguió al pájaro y trepó hasta su nido, conoció a sus hijitos pájaros y se hicieron muy amigos, parecía uno más de la familia y cuidaba de los pajaritos mientras la mamá pájaro buscaba comida. Tan bien se sentía con ellos que comía de su comida y dormía en su nido y cuando los polluelos se hicieron grandes, la mamá les enseñó a volar y el gatito los intentaba imitar. Al final, un día se cayó del árbol en el que vivía y se hizo daño en una patita y por fin comprendió que él no podía volar aunque quisiera. Fue feliz con los pajaritos pero entendió que él era un gatito.

Javi



La coneja fea

Érase una vez una coneja muy fea que en el colegio le decían “coneja fea” y siempre venía a casa triste, pero un día un niño jugó con ella y lo pasaron muy bien. ¡Y fin!

Diego



Tenerife

Érase una vez una ciudad que se llamaba Tenerife. Era muy bonita, porque cuando te bañabas en la playa, si veías una roca podías ver los cangrejos y cuando ibas al mariposario las mariposas estaban en el capullo. Cuando veías a un hombre con loros, te los podías echar en el hombro y echarte unas fotos sin pagar dinero. Cuando fui al Loropark podías montarte en una barquita pequeña y los delfines te paseaban por la piscina y cuando fui a ver a las orcas era chulísimo, porque veías a la orca saltar, cuando saltaban daban una vuelta al aire.

Estrella



El niño que quería jugar al fútbol

Érase una vez un niño que se llama Víctor. Desde que tenía corta edad le gustaba mucho el fútbol y un día se lo dijo a su papá. Su papá le dijo: Si tú me prometes que vas a ser bueno y estudioso te apuntaré al fútbol. El niño Víctor tomó muy en serio lo que le dijo su papá y hoy juega en un gran equipo de fútbol.

Alejandra



El tonto

Había un hombre que se cayó y vino la ambulancia a recogerlo y se puso tonto y entonces no se acordaba de nada y no sabía leer y sus amigos se reían de él. Pero un día se dio cuenta de que se reían de él porque no sabía leer y entonces comenzó a estudiar y así se convirtió en el más inteligente y sus amigos dejaron de reírse, porque lo admiraban.

Manuela


El niño explorador

Un día José, que es un niño al que le gusta mucho excavar en la tierra, decidió hacer un agujero en el jardín de su casa. Sin darse cuenta tropezó con un hueso y empezó a retirar la tierra que lo cubría. Sorprendido de lo que vio fue a decírselo a su madre: ¡Mamá, mamá! ¡Ven al jardín que he descubierto huesos de dinosaurio! Cuando la madre vio los huesos se echó a reír: ¡José, hijo mío! ¡Esos son huesos de gallina!

David
 



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