Érase una vez un niño que no paraba de estudiar, que llegaba al cole y siempre terminaba el primero en hacer las tareas, y como premio le dieron una medalla de trabajo mucho y otra del silencio. Al final del curso sacó muy buenas notas y sus padres le regalaron un karaoke y durante el verano se divirtió mucho y estudió poco, solo repasaba los libros.
Claudia
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