Ayer celebramos el sexto y último concurso de cuentos. Hubo un primer puesto que ganó Paula, luego un empate por el segundo puesto con los cuentos de Isabel y Elvira, y un tercer puesto compartido para Miguel y Claudia.
Felicitaciones a todos los que habéis participado.
Aquí os dejo los cuentos. Saludos.
La bruja tonta
A la bruja no le salían los conjuros, sus amigas se reían y la pobrecilla no era tonta, sino sorda. Ella no escuchaba los conjuros: en vez de echarle cola de ratón, le echaba cola de león.
Paula
Viaje de fin de curso de 1º C
Parque acuático: “La ballenita azul”
Érase una vez, un grupo de niños de seis años, que eran muy amigos, ya que iban al mismo colegio y a la misma clase, 1º C.
Se lo pasaban fenomenal con las actividades que su profesora proponía para ellos y les encantaban las salidas extraescolares. Su seño Mariana les había comunicado que iban a visitar un parque acuático al finalizar el curso, y todos contestaron ¡qué maravilla!, con todos esos animales tan interesantes: delfines, focas, leones marinos, tiburones, pingüinos...
La visita al parque acuático les sirvió para repasar toda la información que habían adquirido gracias a los trabajos propuestos por la seño Mariana y para darnos el primer chapuzón del verano.
¡¡Feliz verano!!
Elvira
La boda a los tres años
Érase una vez un niño que tenía tres años y le gustaba una niña de su clase. Era morena con tirabuzones y se llamaba Carmen y ella quería a Julio
y un día se encontraron y se chocaron y Julio, que era muy listo, le dijo a Carmen que tenía una mosca en la oreja y aprovechó para darle un beso. Los dos se quedaron avergonzados y decidieron casarse. Al fin fueron felices y decidieron celebrarlo.
Isabel
El tesoro mágico
Cuando llegó la primavera, dos niñas llamadas Rocío y Mónica fueron a la playa. Estaban jugando en la arena haciendo castillos cuando excavando se encontraron un tesoro. Lo abrieron y había oro. Juntas se lo enseñaron a sus padres y pensaron en hacer un mapa y esconderlo junto al tesoro en la arena, para ver quién sería el siguiente que lo encontrara.
Claudia
La casa encantada
Un día unos niños llamados Juan, Álvaro y Miguel fueron a una casa que no era la suya. Era la casa encantada. Llamaron a la puerta y se abrió sola. Subieron las escaleras y escucharon una música que sonaba detrás de una puerta. Abrieron la puerta y una señora que era un esqueleto se dio la vuelta. Se llamaba Isabela. No se podían escapar y se quedaron atrapados para siempre.
Miguel
La avispa y la mariposa
Había una vez una mariposa que tenía un amigo que era una avispa. Ella se encontró con su amiga la mariposa y se hicieron una cabaña que era muy grande. Allí fueron todos sus amigos y entraron en la cabaña y dijeron que se iba a quedar todo lleno dentro, y fueron muy amigos todos.
Mónica
La boda
Érase una vez una mujer llamada Cristina que se iba a casar el once de junio y el novio estaba ya llegando a la iglesia y la novia estaba nerviosa y fue una ceremonia muy bonita. Les acompañaban tres niñas llevándole los anillos y fueron muy felices.
Alejandra.
Los camaleones felices
Había una vez unos camaleones que eran felices, que siempre iban juntos al cole donde podían aprender muchas cosas. En la hora del recreo juegan con sus amigos en el patio al pilla pilla. Un día encontraron un tesoro: dentro de él había un esqueleto y un medio de transporte que era una furgoneta.
Mostafá
El águila que no sabía cazar
Érase una vez un águila que no sabía cazar y se encontró con otro águila que le enseñó a cazar. Y un día cazó un conejo pero le dio pena y no se lo comió. Otro día cazó una serpiente y también le dio pena y no se la comió. Entonces se hizo amigo de un niño, y ese niño le llevaba comida todos los días al bosque. Así el águila estaba muy contento de no tener que matar a los animales del bosque.
Ale Y.
El ratón sin cola
Había una vez un ratón sin cola. Un día lo cogieron unos hombres y uno dijo: “¿Y su cola?”.
Otro hombre dijo: “No sé”, “pero sin cola no sabemos qué es”. El ratón estaba haciéndose el muerto y se movió y uno dijo: “Se ha movido” Y se desmayó. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Dani
El río que daba vida
Había una vez un río donde las truchas y las nutrias estaban muy tranquilas porque los abuelos de ese pueblo cuidaban de ellas. Pero vinieron unos hombres que querían ganar mucho dinero y empezaron a echar cosas sucias al río y también dijeron que si los abuelos querían seguir pescando tenían que pagar mucho dinero. Entonces, todos los niños, todos los abuelos y los ecologistas se unieron en una manifestación y pusieron cuatro reglas que tenían que cumplirse:
1º No echar cosas sucias al río.
2º Que no se pescasen las truchas pequeñas.
3º Que los abuelos no tuvieran que pagar dinero para poder pescar.
4º Que no se construyera ningún pantano.
Fue tan grande la manifestación que se hizo que los hombres que sólo querían ganar dinero con el río de ese pueblo, no tuvieron más remedio que irse del pueblo porque nadie quería que estuviesen allí y que hicieran esas cosas malas. Al final todos gritaban y daban saltos de alegría.
Moraleja:
Con la ayuda de los demás, puedes ser muy fuerte.
Ángela
La princesa peleona
Érase una vez una princesa que se llamaba Elena y si le dan una cosa y a ella no le gusta se enfada y grita. Todo el mundo escuchaba sus gritos y enfados. Un día, a la princesa Elena la llamaron la “Princesa peleona” por ser tan peleona y enfadona.
Un día se encontró con un príncipe, se enamoraron y se casaron, y a la princesa ya le gustaba todo y nunca más se volvió a pelear.
Rocío
La gatita presumida
Érase una vez una gatita muy presumida y el sábado que viene tiene una boda y va su marido- Hoy está comprándose su vestido y su marido está comprándose una corbata para la boda. El vestido de la gatita presumida es rosa y azur, y por fin se fueron a la boda y se lo pasaron muy bien.
Estrella
El niño y su conejo
Había una vez un niño que tenía un conejo y lo quería mucho. El niño entendía lo que el conejo le decía y el conejo entendía lo que le decía el conejo. Un día fueron de de camping al bosque y se encontraron una coneja, y el niño la puso junto al conejo y criaron ocho conejitos y ocho conejitas y vivieron felices.
Narci
Estoy malita
Estaba una mañana en la cama cuando me desperté con mala pinta. Estaba malita. Quería ir al colegio pero no podía. Mi mamá me puso el termómetro, pero no estaba malita, tenía 36 grados y fui al colegio muy animada y jugué con mis amigos. Y colorín colorado, este amigable cuento se ha acabado.
Fati