Érase una vez una vaca enamorada de un toro y una mariposa de colores morada, verde y azul. La mariposa siempre, siempre estaba en la punta de la nariz y el toro no le dejaba que estuviese en su nariz.
A la vaca le saltaban corazones de lo enamorada que estaba. Un día se casaron y fueron felices y comieron perdices.
Estrella
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