Érase una vez una niña que se llamaba Ana y le gustaba mucho nadar y todos los días iba a la piscina. Una noche se fue a dormir y soñó con el mar y con piscinas enormes y cuando se despertó se había convertido en sirena y se fue a vivir con los peces de colores, los caballitos de mar y los cangrejos.
Claudia
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